“Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor”.
(Jn. 10,16)
HIMNO
SALUDO
Colecta de Purificación
Todos: DIOS Omnipotente, para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos conocidos, y ningún secreto encubierto; purifica los pensamientos de nuestros corazones con la inspiración de tu Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos, y dignamente celebremos tu Santo Nombre; por Cristo nuestro Señor. Amen.
CONFESIÓN
Todos: OMNIPOTENTE Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Hacedor de todas las cosas, Juez de todos los hombres; nosotros reconocemos y lamentamos los muchos pecados y maldades, que en varias ocasiones hemos cometido gravemente, por pensamiento, palabra y obra, contra tu Divina Majestad, provocando muy justa mente tu ira e indignación contra nosotros. Sinceramente nos arrepentimos, y de todo corazón nos dolemos de todas estas nuestras culpas; su memoria nos aflige; su peso es intolerable. Ten misericordia de nosotros, Ten misericordia de nosotros, Padre misericordioso; por amor de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo, perdónanos todo lo pasado; concede que podamos en adelante, servirte y agradarte en una vida nueva, para honra y gloria de tu Nombre; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ABSOLUCIÓN
S: Oh Dios Vuélvete a nosotros y nos darás vida.
R. Y tu pueblo se alegrará en Ti.
S: Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu Salvación.
S: Escucha, Señor, mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
S: El Señor esté con vosotros
R: Y con tú espíritu.
Introito. (Salm. 24,15-16) “Mis ojos están siempre fijos en el Señor, porque él sacará mis pies de la trampa. Mírame, (Salm. 24, 1-2) Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido” Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo...
KYRIE
Colecta: Dios Todopoderoso, que nos has dado a tu único Hijo para que sea sacrificado por el pecado, y dechado de santidad de vida; danos la gracia para que recibamos este inestimable beneficio con perpetuo agradecimiento, y que nos esforcemos cada día a seguir los sagrados pasos de su santísima vida; mediante el mismo Jesucristo Nuestro Señor… Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
De la primera carta del Apóstol San Pedro (IPdr.2,19-25). San Pedro aplica a Jesús, “cuyas heridas nos han curado”, la profecía del profeta Isaías sobre el Mesías paciente.
“19 Porque es una gracia soportar, con el pensamiento puesto en Dios, las penas que se sufren injustamente. 20 En efecto, ¿qué gloria habría en soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. 21 A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas. 22 El no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. 23 Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. 24 El llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. 25 Porque antes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de ustedes”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Gradual. (Salm, 9,20 y 4) “¡Levántate, Señor! que los hombres no se envanezcan, y las naciones sean juzgadas en tu presencia. V/: Cuando retrocedían mis enemigos, tropezaron y perecieron delante de ti”.
Tracto. (Salm.122,1-3) “A ti levanto mis ojos, que habitas en el cielo. Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores. Y como los ojos de la esclava en las manos de su señora; así lo están nuestros ojos en el Señor y Dios nuestro, hasta que se apiade de nosotros. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros”.
R/. Aleluya.- Aleluya, aleluya,
V/. Conocieron los discípulos al Señor al partir el pan. Aleluya, R/.
V/. Yo soy el buen Pastor, conozco mis ovejas, y las mías me conocen a mí, aleluya. R/.
PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
(Jn. 10, 11-16)
“11 Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. 12 El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye. y el lobo las arrebata y la dispersa. 13 Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. 14 Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí 15 –como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor”. Palabra del Señor. R/ta: Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO
Presbítero: ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Todos: Sí, creo.
Presbítero: ¿Creen en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que nació de María la Virgen, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Todos: Sí, creo.
Presbítero: ¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna? Todos: Sí, creo.
Todos: Esta es nuestra Fe. Esta es la Fe de la Iglesia. Que todos juntos nos gloriamos de profesar. En Cristo, Jesús Señor nuestro, Amén.
OFERTORIO
(Salm. 62.2,5) “Señor, Dios mío te busco desde la aurora; yo levanto mis manos invocando tu nombre”, aleluya.
S: Orad, hermanos, a fin de que mi sacrificio y el vuestro, sea aceptado en el acatamiento de Dios, Padre Todopoderoso.
A: El Señor reciba de tus manos este Sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien, y el de toda su Santa Iglesia. Amén.
Ofertorio: Confiéranos siempre, ¡oh Señor!, esta oblación santa una bendición saludable a fin de que produzca realmente el efecto del misterio que representa. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
PREFACIO DE PASCUA
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero con más gloria que nunca en este día de Pascua, en que se ha inmolado Cristo, nuestra Pascua. El cual es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo y que muriendo, destruyo nuestra muerte y, resucitando reparó nuestra vida. Por eso con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo…
CANON DE LA EUCARISTÍA
Doxología
Rito de Comunión/ PADRE NUESTRO
ORACIÓN DE ACCESO HUMILDE
Nosotros, no nos atrevemos a venir a ésta tu Mesa, Señor Misericordioso, confiados en nuestra rectitud, sino en tus muchas y grandes misericordias. No somos dignos ni aun de recoger las migajas debajo de tu Mesa. Mas tú eres el mismo Señor, siempre misericordioso por naturaleza: concédenos, por tanto, Señor, por tu clemencia, que de tal modo comamos la Carne de tu amado Hijo Jesucristo y bebamos su Sangre, que nuestros cuerpos pecadores sean limpios por su Cuerpo, y nuestras almas lavadas por su preciosísima Sangre; y que siempre vivamos en ÉL, y ÉL en nosotros. Amén
Oración por la paz y la fidelidad: Señor mío Jesucristo, que dijiste a los Apóstoles “La paz os dejo mi paz os doy”, no mires mis pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu voluntad, dígnate darle la paz y juntarla en la unidad, Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
VERSÍCULO DE COMUNIÓN
(Salm. 84, 45) “El pájaro encontró su casa y la tórtola su nido donde poner sus polluelos; eso son tus altares, ¡Oh Señor de las Virtudes, Rey mío y Dios mío! Dichosos los que moran en tu casa; por los siglos de los siglos te alabarán”.
(Juan 10.14) - Yo soy el buen Pastor, aleluya; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, aleluya, aleluya.
COMUNIÓN DE LOS FIELES
Todos: Lo que hemos recibido, Oh Señor, con la boca, acojámoslo con alma pura; y este don temporal se convierta para nosotros en remedio sempiterno. Tu Cuerpo Señor, que he comido, y tu sangre que he bebido, se adhieran a mis entrañas; y haz que ni mancha de pecado quede ya en mí, después de haber sido alimentado con un tan santo y tan puro Sacramento: Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
ORACIÓN POSCOMUNIÓN
S: Te pedimos, ¡Oh Dios todopoderoso! Nos concedas que, habiendo recibido la gracia de tu vivificación, podamos siempre gloriarnos de conservar este don divino. Por Jesucristo nuestro Señor. R: Amén.
“Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta”.
Santa Teresa